Leyes de la fotografía
Perspectiva fotográfica
Una de las claves para
dominar la fotografía es saber cómo la perspectiva afecta a la imagen.
La perspectiva es el
mejor procedimiento para crear una sensación tridimensional en una fotografía.
Hace referencia a la dimensión de los objetos y a la relación espacial que hay
entre ellos con respecto a un punto de vista.

Cuando vemos una foto
estamos viendo una representación bidimensional de una escena tridimensional.
Las mejores composiciones pueden ser creadas aplicando los conceptos de la
perspectiva al convertir una escena de tres dimensiones en una de dos.
Tipos de perspectiva
Perspectiva por
superposición: Aunque suene a obvio, no está de más decir que cuando vemos un
objeto que tapa la visión de otro, el primero de ellos es el que está más cerca
del espectador. Esta es la manera en la que nuestro cerebro se da cuenta de las
distancias. Esto se llama perspectiva por superposición y provoca sensación de
profundidad en las fotografías que aumentará a medida que los objetos
superpuestos sean más numerosos.

Perspectiva lineal: En
este tipo de perspectiva las líneas paralelas parecen converger en un punto en
el horizonte llamado Punto de fuga. La sensación de profundidad es puramente
ilusoria sin embargo esta ilusión constituye una técnica de composición muy
importante.

El ojo estima la
distancia en base a la disminución de tamaño de los objetos y al ángulo en que
las líneas convergen. Del objetivo y de la distancia dependerá el que la imagen
resulte con mucha o poca profundidad.

Perspectiva atmosférica
o aérea: Aunque el aire es considerado transparente por casi todos nosotros, en
fotografía hay excepciones. Cuando sacamos fotos de motivos que están a gran
distancia el aire va perdiendo transparencia ya que está lleno de partículas de
vapor de agua, polvo, polución, etc. Estas partículas son capaces de cambiar la
dirección de la luz por lo que los motivos a grandes distancias parecen tener
una especie de velo o niebla.

Perspectiva forzada:
Este tipo de perspectiva manipula la percepción del ojo humano con el uso de
ilusiones ópticas que hacen que los objetos aparezcan más grandes, más
pequeños, más cercanos o lejanos de lo que lo están en realidad.

En las imágenes con la
perspectiva forzada el fotógrafo juega a poner en el mismo plano elementos que
no lo están y crear así una composición que haga creer al ojo que podemos coger
el sol con nuestras manos o intentar poner derecha la Torre de Pisa.
Angulación del encuadre
La altura desde la que
tomemos una foto cambiará, no sólo cómo vemos los objetos, sino también la
sensación que éstos nos producen.
La angulación en
fotografía es el modo en el que organizamos la visión a la hora de sacar una
foto. En función de esta angulación el punto de vista de la escena podrá
cambiar por completo haciendo que veamos la realidad de un modo que no es
habitual para el ojo humano.

Lo normal es tomar las
fotografías colocado delante del sujeto, con la cámara aproximadamente a la
altura de los ojos y de un modo que el plano focal y el suelo sea
perpendiculares.
Cualquier otra
angulación se sale de lo habitual y, por lo tanto, añade significación a la
toma.

Un motivo puede
encuadrarse desde diversos ángulos, acercándose o alejándose de éstos, desde
arriba o desde abajo. Las proporciones y el fondo modificarán drásticamente la
composición por lo que hay que tener cuidado a la hora de elegirlos.
Buscar un buen ángulo
para la toma fotográfica consiste en acechar a nuestra "presa
gráfica" y estar alerta ya que cualquier pequeño desplazamiento de poca
distancia puede generar composiciones diferentes que serán más o menos
afortunadas.

En consecuencia, nos
moveremos en torno a ella acercándonos y alejándonos, si es posible, hasta
conseguir un punto de vista adecuado y obtener en la mayor medida posible las
siguientes cuatro características:
1.El sujeto principal
de la escena debe mostrar hacia la cámara el lado que nos interesa tomar, el
cual puede ser, según la intención del fotógrafo, cualquiera de los muchos
frentes que el tenga.

2. Debemos buscar el
ángulo de incidencia de la luz más pertinente para el concepto que deseamos
comunicar. La iluminación más apreciada suele ser la que incide semilateral a
los objetos o sujetos.
3. Los planos
anteriores al motivo que queremos destacar deben estar limpios de cualquier
otro elemento sobrante que interfiera en su visualización, a no ser que lo
coloquemos en el encuadre con fines compositivos.

4. Los planos más
lejanos del encuadre deben de ser concordantes, o por lo menos neutros, con
relación a la idea que queremos expresar.
Tipos de ángulos
Los ángulos de toma se
dividen en cuatro tipos, según el nivel de altura con respecto al motivo desde
el cual se realicen. Cada uno de estos tiene su connotación particular y añade
significado a la imagen. Esto debe ser conocido por el fotógrafo para utilizarlo
a su favor de manera consciente.

Ángulo normal o medio:
Es cuando la fotografía se realiza desde el mismo nivel del objeto tomado, ni
por encima ni por debajo de él. Sirve para mostrar o describir algo de manera
natural u objetiva.

Ángulo picado: Es
cuando la imagen se toma desde una posición más alta que el objeto
fotografiado, esto es, de arriba hacia abajo. Debido a la perspectiva que se
produce el motivo parecerá más pequeño de lo que en realidad es. Cuando se
utiliza con personas puede añadir a la imagen connotaciones negativas como dar
la impresión de poca importancia, debilidad o humillación.

Ángulo Contrapicado: Es
cuando la fotografía se realiza desde un lugar más bajo que el motivo tomado,
quedando este más alto que la cámara.
Debido a la perspectiva
que se genera, el objeto se aprecia engrandecido visualmente. Puede, en algunos
casos, connotar enaltecimiento, importancia o poder.

Ángulo Cenital: Es
cuando la imagen se toma en un ángulo totalmente de arriba hacia abajo, en
posición perpendicular con respecto al suelo. Es decir, lo más extremo posible
de una toma en picado. Produce una gráfica sin perspectiva que puede ser muy
descriptiva si se aplica a objetos pequeños e inusuales e interesantes si se
usa con elementos grandes.
El encuadre en
fotografía
Sacar una foto es
encuadrar una parcela del mundo. Todo en la composición gira en torno al
encuadre.
El ojo humano observa un
espacio sin límites pero en la cámara el encuadre está limitado por cuatro
lados. Por lo tanto, es necesario elegir lo que se quiere incluir y lo que
vamos a excluir dentro de ese marco fotográfico, es decir dentro de nuestro
fotograma. A esta elección se le llama Encuadrar una fotografía.

Los bordes de la imagen
son tan importantes como la imagen en sí misma a la hora de componer una foto.
Los márgenes de la imagen no sólo apoyan la composición sino que pueden ser la
referencia para la orientación de otras líneas dentro de ellos. Por ejemplo,
rotando el encuadre, nosotros podemos transformar un tranquilo horizonte en una
diagonal que le dé dinamismo a la imagen y una sensación de desequilibrio y
confusión.

Los objetos y las
formas de una escena pueden ser usados como un cuadro natural dentro de una
imagen. Esta técnica de encuadre consiste en enmarcar determinada parte de la
escena con los elementos que tenemos en la misma. Un puente, una ventana, un
espejo, etc. En nuestro día a día encontramos infinidad de cosas que pueden
servirnos de marco natural.

En cuanto a la
dirección y al formato del encuadre podemos decir que éstos pueden ser,
horizontales, verticales, cuadrados o panorámicos.
El encuadre horizontal
es también conocido como formato apaisado y es el más habitual. Esto es porque
es la posición natural de la cámara de fotos y porque parece que la visión
horizontal es la que más se acerca a nuestra manera cotidiana de ver el mundo.

Transmite sensación de
estabilidad y dirección dándole énfasis al horizonte.
En el ámbito de la
composición, la línea central vertical de un formato horizontal es considerada
como "zona peligrosa" ya que puede dividir la imagen en dos y
parecerá que tiene dos partes si no es la intención del fotógrafo y no ha
cuidado los detalles a ambos lados.

El encuadre vertical es
menos frecuente en fotografía de paisaje y mucho más común en retratos, especialmente
en los de medio cuerpo. El formato vertical da énfasis a las líneas o los
planos verticales y exagera la profundidad del primer plano y el fondo de la
foto.
El formato vertical
suele tener líneas que atraviesan el cuadro en diagonal de manera más
pronunciada porque los ángulos de la fotografía son, con frecuencia, más
marcados.

El formato cuadrado
había caído en desuso con la casi desaparición de la fotografía Polaroid y de
medio formato pero en la actualidad, aplicaciones para móvil como Instagram han
hecho que vuelva a estar de moda.

El encuadre panorámico
permite ver una parte de la escena mucho más amplia. Es usado con más
frecuencia en fotografía de paisajes.
Los planos en una fotografía
Un factor importante en
la composición es elegir el tipo de plano que tendrá nuestra fotografía.
El plano de una
fotografía es la relación que existe entre el espacio que ocupa la imagen del
objeto o sujeto fotografiado y la superficie total del encuadre que hemos
elegido.

Esa distancia la
determina el tamaño del motivo fotografiado y el espacio que hay entre este
motivo y la cámara. Por supuesto, también juega un papel fundamental la óptica
empleada para sacar la foto que podrá acercar o alejar la escena.
Para clasificar los
planos de la imagen se toma como base la figura humana. Según esto los planos
pueden ser Generales, Medios o Cortos. Dentro de estos, existen más tipos de
planos.
Planos Generales
Gran plano general: En
este tipo de imágenes la figura humana queda muy reducida dentro del encuadre.
Aquí lo que adquiere importancia es el escenario.

Plano general: El
individuo fotografiado ocupa una cuarta parte de la altura del cuadro por lo
que puede ser reconocido sin ser el protagonista de la imagen.
Planos Medios
Plano Americano o Plano
Medio Largo: En este tipo de planos la figura se corta, más o menos, por la
altura de la rodilla. Se llama plano americano porque era uno de los más
habituales en el cine clásico estadounidense. Aunque es más frecuente en cine
que en fotografía, con este tipo de planos podemos ver dónde está situado el
protagonista de nuestra foto y a la vez apreciar sus rasgos.

Plano Medio: El plano
medio es aquel que corta al sujeto por la cintura. Con él podemos ver con
claridad su expresión y esto lo hace ser uno de los más utilizados en
fotografía.
Planos Cortos
Primer Plano: En este
plano el individuo se corta a la altura de las clavículas. Lo más importante en
este tipo de fotos es el rostro, olvidándonos del resto del cuerpo y del
entorno en el que está el sujeto. Expresa mucho mejor los pensamientos y los sentimientos
y es, lógicamente, el más utilizado en retratos.

Primerísimo Primer
Plano: En este tipo de fotos la cabeza del sujeto aparece cortada a la altura
de la frente por arriba y de la barbilla por abajo. Lo importante son los ojos
y la boca. Este tipo de imágenes acentúa la subjetividad del primer plano
dándole completo protagonismo a la expresión del modelo.

Plano detalle: El plano
detalle representa sólo una parte del cuerpo o del objeto. Esto produce que la
trasmisión de emociones casi se anule. Es muy utilizado en fotografía de
producto para enseñar las características de los materiales.
Las reglas fundamentales para componer
La mayoría de las que
consideramos buenas fotografías siguen alguno o varios de los principios
básicos de la composición.
En fotografía existen
una serie de leyes que sirven como base para que nuestras fotos estén bien
compuestas. Estas leyes o reglas, como todas las demás, no son de obligado
cumplimiento pero conocerlas nos ayudará a mejorar infinitamente la composición
de nuestras imágenes.

Estas reglas básicas
son las siguientes:
La simplicidad
En composición
fotográfica, la mayor parte de las veces, menos es más. Esto significa que
debemos evitar registrar en la foto todos aquellos elementos que desvíen la
atención del mensaje que queramos dar.

Para llevar a cabo la
regla de la simplicidad se aconseja utilizar fondos sencillos, elegir la parte
del motivo que queramos tomar o su totalidad si es necesaria y evitar que los
motivos que no estén relacionados con el tema principal de la imagen compitan
entre ellos.

Ley de la mirada
Esta ley dice que
cuando estamos fotografiando a un sujeto debemos dejar un espacio, también
llamado aire, en la dirección en la que el protagonista está mirando. Dejar
este espacio provoca la ilusión de que ese sujeto está observando algo, aunque
no lo veamos, y despierta el interés del espectador.

En consecuencia, este,
mirará inevitablemente hacia donde mira el sujeto de la imagen por lo que
podemos colocar ahí otro elemento sobre el cual queramos llamar la atención.
Ley del horizonte
Este principio de la
composición dice que si separamos lo que estamos encuadrando en tres partes
iguales, el horizonte debería estar cerca de una de las dos líneas que lo
divide.

Hablamos de la línea
del horizonte pero esta regla es válida para todas las imágenes que tengan una
línea más o menos horizontal que divida la composición en dos espacios significativamente
diferenciados.
La ley del horizonte
nos lleva también a una regla básica de la composición fotográfica que es
evitar la zona central de la imagen ya que es la que menos peso visual tiene.

La simetría
Otra técnica que hay
que tener en cuenta a la hora de componer es la simetría. Las composiciones
pueden ser simétricas o asimétricas.
En las fotografías
compuestas simétricamente los elementos están colocados de manera igual o
similar arriba o abajo, a la derecha o a la izquierda de la imagen.

Por el contrario, la
composición asimétrica tiene como características ser irregular en cuanto a
estructura pero dinámica y ágil. Este tipo de composición no dispone los elementos
desordenadamente sólo los organiza de distintas formas.

Es común que este
equilibrio se dé en forma de letras o figuras, la S, la L, la C o la forma
triangular son las más utilizadas.

Como todas las reglas,
en gran medida están para saltárselas y probar cuáles son los resultados. En
ocasiones, encontramos imágenes cargadas de significado o bien compuestas
cuando no seguimos alguna de ellas, como en la imagen superior que no respeta
la ley de la mirada.
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